Fiñana en la prehistoria
Hasta ahora, han sido muy escasos los datos, hallazgos y publicaciones que sobre la época prehistórica se tenía de Fiñana. Al respecto podemos constatar la existencia de dos vías de información:
Cista prehistórica de forma circular (Fiñana) |
1) La proveniente de esfuerzos individuales, llevados por el mero interés y satisfacción personal a la hora de localizar restos, datos y utensilios. En este sentido, es obligado reconocer la colaboración y ayuda desinteresada de un vecino de Fiñana, Elias Nieto Matilla, una persona verdaderamente entusiasmada y estudiosa de estos temas.
2) La proveniente de una investigación científica, basada en la excavación de yacimientos en nuestro término municipal, llevada a cabo por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.
Proveniente de la primera vía de información, se ha de destacar que la zona visitada y sobre la que se muestran los documentos gráficos de esta página y la siguiente, ha sido la zona próxima a La Cortijada y al barranco el Castañar. Este paraje junto con los enclaves de La Noria, Ramblilla Cocheros e ltamacen, son básicamente donde las excavaciones realizadas por la Universidad de Granada centran casi toda su información.
Tanto en un paraje como en otro, es de destacar la acción humana, la cual es un importante factor a tener en cuenta en la alteración de los yacimientos mediante el laboreo de¡ terreno, así como las transformaciones que la práctica agrícola conlleva: abancalamientos, terrazas, construcciones diversas, etc.
A pesar de lo dicho, como puede apreciarse en la fotografía, aún hoy se pueden apreciar cistas funerarias prehistóricas, en este caso de forma circular, en un relativo buen estado de conservación y ubicada en el promontorio que hay por encima del barranco el Castañar.
Ajuar prehistórico funerario (Fiñana) |
Estos asentamientos humanos se sitúan en la parte más occidental, donde el río se estrecha y los yacimientos suelen situarse en la margen izquierda del mismo, aprovechando promontorios y cerros de poca altura que dominen el río. Estos asentamientos estaban muy próximos entre sí y siempre adyacentes al cauce. En general se puede decir que era un área con alta concentración de yacimientos.
Existe una segunda zona de asentamientos, en lo que a nuestro municipio se refiere, que estaría más desplazada hacia el Este, correspondiéndose con el centro del valle, donde este se amplia considerablemente. El poblamiento parece menos concentrado y más retirado del cauce del río, insertándose en los llanos, aunque siempre aprovechando lomas y cerros que permitan un buen control del entorno. Así lo señalan Andrés María Adroher Aurox, Fernando Buzón Calderón, Beatriz Risueño Olarte, entre otros miembros del equipo de excavación del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, que centraron su investigación en el Pasillo de Fiñana.
Siguiendo sus estudios, se puede afirmar que se ha podido comprobar la existencia de una secuencia poblacional completa desde el Neolítico Reciente hasta época Medieval. En el periodo del Neolitico Reciente, los yacimientos se ubicaban en la zona central del valle. Su emplazamiento en la zona más favorable para el cultivo y la existencia de molinos de mano, hace pensar que la agricultura jugó un importante papel dentro de la economía de la población neolítica.
Los yacimientos encuadrados en la Edad del Cobre no son numerosos, aunque aumentan en número respecto de la fase precedente: antes eran 3, y ahora ascienden a un total de 9. Comparando la representación porcentual de yacimientos del Neolítico y del Cobre, podríamos pensar en un posible aumento poblacional durante el periodo Calcolítico.
Nuevamente los yacimientos están situados en las zonas más fértiles. Por su emplazamiento en el centro del Pasillo y estar cercanos al cauce principal, estos yacimientos están relacionados con el área más favorable de la región para la agricultura. En conjunto, el poblamiento calcolitico es claramente representativo de la Cultura de los Millares, no apareciendo ningún resto asignable a los Complejos Megalítico Ortostáticos.
En la Edad de Bronce, el número de yacimientos que presentan materiales asignabas a este periodo es de 18, lo que representa un aumento numérico altamente significativo respecto a la fase anterior. La distribución es más extensiva en esta fase, ocupándose zonas del Pasillo que anteriormente no habían sido pobladas, como en el caso de la zona del río Abrucena.
Utensilios líticos encontrados en Fiñana |
Lógicamente, la mayoría de los yacimientos se distribuyen en relación con los dos cursos de agua principales: Río Nacimiento y ahora Río Abrucena. Señalar finalmente que los materiales recogidos son claramente representativos de la Cultura Argárica.
En el periodo Ibérico, el hábitat que contemplaron el equipo de excavación antes citado, puede agruparse en torno a tres zonas:
1) Zona occidental, volcados directamente al Río Nacimiento, parecen controlar el valle medio-alto del mismo.
2) Zona centro, controlando perfectamente la zona central del Pasillo de Fiñana.
3) Zona orienta¡, un sólo yacimiento a gran altura, (1.230 m.) situado en un cerro con dominio absoluto de todo el valle de Fiñana hacia el norte y de la Rambla de las Piedras.
Indudablemente la explotación agrícola parece definirse como la función específica de estos asentamientos en la medida que se encuentran ya en zona de vega actualmente en cultivo. En definitiva, puede decirse que el poblamiento ibérico tiene el centro del valle de Fiñana como principal zona de poblamiento, ya que entorno al mismo se sitúa el mayor de los yacimientos Al-Fñ-73, siendo el resto de escasa entidad, cuya función estriba más en un control del paso, que en la explotación agraria.
Epoca romana
"La villa de Fiñana se cree que es de antigüedad romana, pasando por ella la calzada romana que unía Pechina con Guadix". Así lo reseña brevemente en 1847 Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España.
Respecto al nombre del pueblo como tal, Fiñana, podemos señalar la existencia de varias hipótesis, entre otras:
1.- Una de las más citadas hasta ahora, es la proveniente del término latín "finis" límite, frontera; debido al carácter estratégico de paso y por ser la zona intermedia de tránsito natural entre Guadix y Almería.
2.- La que aporta César Augusto Pociña López, quien pretende buscar respuesta en la Epigrafía. Según él, el estudio de los epígrafes encontrados en esta zona del Pasillo de Fiñana, revela la existencia de un personaje de indudable prestigio social y político, derivado de su brillante carrera militar, desarrollada en la ciudad de Roma. Su nombre es Lucius Alfenus Avitianus. Su carrera militar nos es conocida por una inscripción encontrada en Fiñana:
Transcipción: lrnp (eratori). Caes(ari) / L(ucio). Aurelio / Vero. Aug(usto). ar / men(iaco). part(ico). Max(imo) / med(ico) P(ontifici). M(aximo). Tr(ibunitia), P(otestate) V[II] / Co(n)s(uli) III / L(ucius). Alfenus.Avi / tianus P(rimus). P(ilus). Tr(ibunus) / coh(ortis). III Vig(ilum) / XII urbana.
Traducción: Al Emperador Cesar Lucio Aurelio Vero Augusto Arménico Pártico Máximo Médico, pontífice máximo, en la potestad tribunicia octava, tercer consulado. Lucius Alfenus Avitianus, centurión primipilo, tribuno, de la cohorte tercera de vigilantes y de la duodécima urbana (respectivamente).
La fecha de esta inscripción sería la de¡ año 167 después de Cristo, la cual ha sido incluida en numerosos estudios de epigrafía y onomástica, entre otros en los de R. LAZARO PEREZ: "inscripciones romanas de Almería 1981".
Esta carrera brillante, explica Pociña López, implica que nuestro personaje pertenece sin duda al ordo equester, lo que a su vez se traduce en un status económico privilegiado. Este estatus es el que pu ede explicar la posesión de una villa "sensu stricto" en una zona dominada por la pequeña propiedad rural. Alfenus Avitianus es muy probablemente el "possessor" de la villa denominada Pago de Escuchagranos. El hecho de que posea un fundus unido a su renombre, hace que el nombre de su terreno (fundus alfenianus o villa alfoniana) perdure a lo largo de la historia.
Ciertamente, prosigue Pociña, no existe ningún problema para explicar la transformación de alfeniana en alfefíana. La fórmula actual, Fiñana, cabe explicarla por la caída de "Al", que debió producirse tras la conquista árabe de esta zona. "Al" debió de confundirse con el artículo determinado árabe y como tal fue desechado, quedando fijado el nombre de Fiñana. En este sentido Pociña López, cambia la propuesta real¡zada por Pabón, el cual hacía provenir el nombre de Fiñana de otros posibles nomina como "Faenius" o "Afinius".
Finalmente, afirma Pociña que "tenemos, por tanto, el caso excepcional de un topónimo relacionable directamente con un personaje conocido epigráficamente, e indirectamente con una posible villa. Sólo la aparición de nuevos datos, tanto epigráfícos como arqueológicos, podrán demostrar si nuestra hipótesis realmente funciona o bien la desmentirán"
De cualquier forma, y dejando al margen las distintas hipótesis sobre el nombre de nuestro m inicipio, hemos de afirmar que sobre la época romana en Fiñana, existe, (según ésiudios de Antonio López Marcos y Andrés Marla Adroher Auroux de¡ departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada) un articulo titulado: " Un asentamiento rural romano en las estribaciones septentrionales de Sierra Nevada. Cortijo Cecilio (Fiñana - Almería)".
En dicho artículo se presenta una villa romana del siglo II-III de nuestra era, situada en las faldas de Sierra Nevada, dentro del término municipal de Fiñana. Este asentamiento de economía autártica, no parece que estuviese dedicado a la explotación agrícola del entorno, sino que más bien explotaría los recursos naturales de la sierra, entre los que posiblemente estuvieran los mineros.
En cuanto a la cronología, en principio podrían establecerse dos fases de ocupación del espacio:
Una primera, asociada a Terra Sigillata Hispánica decorada y a Clara A, que quedaría centrada muy a finales del siglo I o principios del siglo II, hasta mediados o tercer cuarto de este; y un segundo momento que vendría por la presencia de Clara C, por lo que habría que pensar en ubicarlo cronológicamente en el siglo III por ausencia de Clara D.
Uno de los puntos que presentó mayor información respecto a las fases constructivas, afirman los autores, ha sido la excavación de la cisterna (ámbito 6).
El sistema constructivo de esta villa romana es relativamente simple. En primer lugar, llama la atención la ausencia absoluta de tegulae. Aunque esto se puede entender por la composición de terreno: pizarras micaesquistosas y cuarcitas.
Respecto a la organización del espacio, decir que el conjunto estructural documentado, se compone de distintos espacios presumibiemente distribuidos en torno a un espacio central que podría ser un atrio. La entrada principal de la casa, se pudo situar hacia el sur. Estructuralmente el complejo se define por ocho ámbitos numerados de norte a sur y de oeste a este, según la fotografía de ésta página. El ámbito número 6 se corresponde con la cisterna.
En la zona nordoriental del yacimiento, es donde porcentualmente aparece más cerámica a mano, lo que incluso podría explicar la existencia de algún habitat prehistórico, quizá de la Edad del Cobre.
Más relacionado con la cerámica encontrada en la villa romana Cortijo Cecilio, decir que esta cubre un ámbito cronológico desarrollado entre finales del siglo I o principios del siglo II de nuestra era, hasta finales del siglo III. La fecha inicial se desarrolla por la ausencia de Terra Sigillata Sudgálica, y por la presencia de Terra Sigillata Hispánica, asociada a Clara A.
Entre las dolia, existen dos tipos de bordes, que podrían aproximarse a los tipos Oberaden 113 y 114 para el caso de los bordes planos de sección triangular, y a los tipos tardíos los de tendencia circular con doble moldura en la parte superior.
En las cerámicas comunes, el tipo más representado es la tapadera, seguido de las botellas y de los cuencos. Se ha documentado un sólo borde de olla. Resaltaremos, afirman los autores Andrés Mª Adroher y Antonio López, en este punto, la existencia de un grafito previo a la cocción en una fuente carenada con cordón de impresión digital en la parte externa. La olla es, con diferencia, la pieza más frecuente en la cerámica de cocina o tosca, siendo el resto botellas y cuencos fundamentalmente.
Mención aparte requiere, dentro del periodo romano, los hallazgos numismáticos (monedas romanas) en Fiñana.
Dichas monedas aparecen catalogadas en un artículo titulado: "Hallazgos numismáticos de época romana en Fiñana (Almería)", del cual son sus autores: Angel Padilla Arroba y Ester Gómez Sánchez. Como ejemplo de las mismas, en el documento gráfico de la página siguiente, podemos observar 5. Aparecen 3 monedas en la parte superior que, de izquierda a derecha numeramos con el número 1 (moneda de mayor diámetro), con el número 2 (moneda del centro) y con el número 3 (la de la derecha). Para la fila inferior y en el mismo sentido, de izquierda a derecha, tenemos la número 4 y la número 5. Sólo la última moneda, la número 5, aparece el reverso de la misma; las otras cuatro, se nos presenta el anverso de ellas.
CATALOGO DE MONEDAS
Moneda Nº 1
Moneda Nº 2
ANVERSO -TIPO: Busto radiado a derecha. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: [IMP] CLAUDIUS PF AU [G]
CRONOLOGIA: 268 - 270 d.C.
EMISOR: Claudio II
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 4,2 grs
CECA: Mediolanum
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 19 mm.
CUÑO: 6 h.
Moneda Nº 3
ANVERSO -TIPO: Busto radiado con coraza a derecha. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: IMP C C VAL DIOCLETIANUS PF. AUG
CRONOLOGIA:285 d.C.
EMISOR: Diocieciano
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 3,2 grs
CECA: Ticinium
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 23 mm.
CUÑO: 12 h.
Moneda Nº 4
ANVERSO -TIPO: Busto desnudo, revestido con coraza a derecha, detrás en campo A. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: D N MAGNEN - TIUS PF AUG
CRONOLOGIA: 351 - 352 d.C.
EMISOR: Magnencio
DENOMINACION: Centenional
METAL: AE
PESO: 5,7 grs
CECA: Aries
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 23 mm.
CUÑO: 12 h.
Moneda Nº 5
REVERSO -TIPO: Providentia de pie a izquierda, cetro en mano izquierda y vara en mano derecha; alrededor leyenda; en campo a izquierda
REVERSO-LEYENDA: PROVIDENT AUG.
CRONOLOGIA: 268 - 270 d.C.
EMISOR: Claudio II
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 2,4 grs
CECA:Roma
GROSOR: 1,5 mm.
MODULO: 20 mm.
CUÑO: 5 h.
"La villa de Fiñana se cree que es de antigüedad romana, pasando por ella la calzada romana que unía Pechina con Guadix". Así lo reseña brevemente en 1847 Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España.
Respecto al nombre del pueblo como tal, Fiñana, podemos señalar la existencia de varias hipótesis, entre otras:
1.- Una de las más citadas hasta ahora, es la proveniente del término latín "finis" límite, frontera; debido al carácter estratégico de paso y por ser la zona intermedia de tránsito natural entre Guadix y Almería.
2.- La que aporta César Augusto Pociña López, quien pretende buscar respuesta en la Epigrafía. Según él, el estudio de los epígrafes encontrados en esta zona del Pasillo de Fiñana, revela la existencia de un personaje de indudable prestigio social y político, derivado de su brillante carrera militar, desarrollada en la ciudad de Roma. Su nombre es Lucius Alfenus Avitianus. Su carrera militar nos es conocida por una inscripción encontrada en Fiñana:
IMP.CAES
L.AURELIO.
VERO.AUG.AR
MEN.PART.MAX
MED. P.M.TR.P.V.
COS.III
L.ALFENUS.AVI
TIANUS.P.P.TR
COH.III.VIG
XII URBANA
Transcipción: lrnp (eratori). Caes(ari) / L(ucio). Aurelio / Vero. Aug(usto). ar / men(iaco). part(ico). Max(imo) / med(ico) P(ontifici). M(aximo). Tr(ibunitia), P(otestate) V[II] / Co(n)s(uli) III / L(ucius). Alfenus.Avi / tianus P(rimus). P(ilus). Tr(ibunus) / coh(ortis). III Vig(ilum) / XII urbana.
Traducción: Al Emperador Cesar Lucio Aurelio Vero Augusto Arménico Pártico Máximo Médico, pontífice máximo, en la potestad tribunicia octava, tercer consulado. Lucius Alfenus Avitianus, centurión primipilo, tribuno, de la cohorte tercera de vigilantes y de la duodécima urbana (respectivamente).
Lapidas romanas a la entrada principal de la Alcazaba de Fiñana |
Detalle de las lapidas (Fiñana) |
La fecha de esta inscripción sería la de¡ año 167 después de Cristo, la cual ha sido incluida en numerosos estudios de epigrafía y onomástica, entre otros en los de R. LAZARO PEREZ: "inscripciones romanas de Almería 1981".
Esta carrera brillante, explica Pociña López, implica que nuestro personaje pertenece sin duda al ordo equester, lo que a su vez se traduce en un status económico privilegiado. Este estatus es el que pu ede explicar la posesión de una villa "sensu stricto" en una zona dominada por la pequeña propiedad rural. Alfenus Avitianus es muy probablemente el "possessor" de la villa denominada Pago de Escuchagranos. El hecho de que posea un fundus unido a su renombre, hace que el nombre de su terreno (fundus alfenianus o villa alfoniana) perdure a lo largo de la historia.
Ciertamente, prosigue Pociña, no existe ningún problema para explicar la transformación de alfeniana en alfefíana. La fórmula actual, Fiñana, cabe explicarla por la caída de "Al", que debió producirse tras la conquista árabe de esta zona. "Al" debió de confundirse con el artículo determinado árabe y como tal fue desechado, quedando fijado el nombre de Fiñana. En este sentido Pociña López, cambia la propuesta real¡zada por Pabón, el cual hacía provenir el nombre de Fiñana de otros posibles nomina como "Faenius" o "Afinius".
Finalmente, afirma Pociña que "tenemos, por tanto, el caso excepcional de un topónimo relacionable directamente con un personaje conocido epigráficamente, e indirectamente con una posible villa. Sólo la aparición de nuevos datos, tanto epigráfícos como arqueológicos, podrán demostrar si nuestra hipótesis realmente funciona o bien la desmentirán"
De cualquier forma, y dejando al margen las distintas hipótesis sobre el nombre de nuestro m inicipio, hemos de afirmar que sobre la época romana en Fiñana, existe, (según ésiudios de Antonio López Marcos y Andrés Marla Adroher Auroux de¡ departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada) un articulo titulado: " Un asentamiento rural romano en las estribaciones septentrionales de Sierra Nevada. Cortijo Cecilio (Fiñana - Almería)".
Villa Romana Cortijo Cecilio de Fiñana |
En dicho artículo se presenta una villa romana del siglo II-III de nuestra era, situada en las faldas de Sierra Nevada, dentro del término municipal de Fiñana. Este asentamiento de economía autártica, no parece que estuviese dedicado a la explotación agrícola del entorno, sino que más bien explotaría los recursos naturales de la sierra, entre los que posiblemente estuvieran los mineros.
En cuanto a la cronología, en principio podrían establecerse dos fases de ocupación del espacio:
Una primera, asociada a Terra Sigillata Hispánica decorada y a Clara A, que quedaría centrada muy a finales del siglo I o principios del siglo II, hasta mediados o tercer cuarto de este; y un segundo momento que vendría por la presencia de Clara C, por lo que habría que pensar en ubicarlo cronológicamente en el siglo III por ausencia de Clara D.
Uno de los puntos que presentó mayor información respecto a las fases constructivas, afirman los autores, ha sido la excavación de la cisterna (ámbito 6).
El sistema constructivo de esta villa romana es relativamente simple. En primer lugar, llama la atención la ausencia absoluta de tegulae. Aunque esto se puede entender por la composición de terreno: pizarras micaesquistosas y cuarcitas.
Planta de la Villa Romana Cortijo Cecilio de Fiñana |
En la zona nordoriental del yacimiento, es donde porcentualmente aparece más cerámica a mano, lo que incluso podría explicar la existencia de algún habitat prehistórico, quizá de la Edad del Cobre.
Ubicación de la Villa (Fiñana) |
Entre las dolia, existen dos tipos de bordes, que podrían aproximarse a los tipos Oberaden 113 y 114 para el caso de los bordes planos de sección triangular, y a los tipos tardíos los de tendencia circular con doble moldura en la parte superior.
Dolio encontrado en la Villa Romana C. Cecilio de Fiñana |
Cisterna de la Villa Romana (Fiñana) |
Mención aparte requiere, dentro del periodo romano, los hallazgos numismáticos (monedas romanas) en Fiñana.
Monedas romanas encontradas en Fiñana |
Dichas monedas aparecen catalogadas en un artículo titulado: "Hallazgos numismáticos de época romana en Fiñana (Almería)", del cual son sus autores: Angel Padilla Arroba y Ester Gómez Sánchez. Como ejemplo de las mismas, en el documento gráfico de la página siguiente, podemos observar 5. Aparecen 3 monedas en la parte superior que, de izquierda a derecha numeramos con el número 1 (moneda de mayor diámetro), con el número 2 (moneda del centro) y con el número 3 (la de la derecha). Para la fila inferior y en el mismo sentido, de izquierda a derecha, tenemos la número 4 y la número 5. Sólo la última moneda, la número 5, aparece el reverso de la misma; las otras cuatro, se nos presenta el anverso de ellas.
CATALOGO DE MONEDAS
Moneda Nº 1
ANVERSO-LEYENDA: [ANTONI] NUS AUG PI-US PP [---]
CRONOLOGIA-. 140 - 144 d.C.
EMISOR: Antonio Pío
DENOMINACION: Sextercio
METAL: AE
PESO: 24 grs
CECA:Roma
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 32 mm.
CUÑO: 1 h.
Moneda Nº 2
ANVERSO -TIPO: Busto radiado a derecha. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: [IMP] CLAUDIUS PF AU [G]
CRONOLOGIA: 268 - 270 d.C.
EMISOR: Claudio II
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 4,2 grs
CECA: Mediolanum
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 19 mm.
CUÑO: 6 h.
Moneda Nº 3
ANVERSO -TIPO: Busto radiado con coraza a derecha. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: IMP C C VAL DIOCLETIANUS PF. AUG
CRONOLOGIA:285 d.C.
EMISOR: Diocieciano
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 3,2 grs
CECA: Ticinium
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 23 mm.
CUÑO: 12 h.
Moneda Nº 4
ANVERSO -TIPO: Busto desnudo, revestido con coraza a derecha, detrás en campo A. Alrededor leyenda.
ANVERSO-LEYENDA: D N MAGNEN - TIUS PF AUG
CRONOLOGIA: 351 - 352 d.C.
EMISOR: Magnencio
DENOMINACION: Centenional
METAL: AE
PESO: 5,7 grs
CECA: Aries
GROSOR: 1 mm.
MODULO: 23 mm.
CUÑO: 12 h.
Moneda Nº 5
REVERSO -TIPO: Providentia de pie a izquierda, cetro en mano izquierda y vara en mano derecha; alrededor leyenda; en campo a izquierda
REVERSO-LEYENDA: PROVIDENT AUG.
CRONOLOGIA: 268 - 270 d.C.
EMISOR: Claudio II
DENOMINACION: Antoniniano
METAL: VE
PESO: 2,4 grs
CECA:Roma
GROSOR: 1,5 mm.
MODULO: 20 mm.
CUÑO: 5 h.
La huella árabe
Los árabes estuvieron presentes en Fiñana hasta que el pueblo pasó a formar parte de la Corona de Castilla el día 29 de Diciembre de 1489. La noche del 28 al 29 de Diciembre del citado año, los Reyes Católicos pernoctaron en Fiñana, provenientes de Almería en plena campaña que llevó a la conquista del Reino de Granada.
El largo periodo de tiempo de permanencia en nuestro pueblo, (al igual que en el resto de la península) hace que, obviamente su influencia esté presente aún hoy día, no sólo en los monumentos y vestigios que nos dejaron, sino también en aspectos tan cotidianos como el sistema de acequias y regadío, el trazado de calles, (sobre todo en el barrio de la Alcazaba y en el barrio Alto) o incluso en los tradicionales molinos de agua que jalonaban, hasta hace muy poco, toda la vereda del río desde el cortijo El Puente hasta los Corrales de Almansa.
Será a partir del periodo medieval y bajo el dominio musulmán cuando Fiñana va a adquirir un importante peso económico y político, unido alestratégico dado por su ubicación física. La vega fiñanera que hoy podemos apreciar, obviamente difiere mucho de la que antaño hizo del lugar un importante centro de producción sedero, tanto en el período del Califato como luego más tarde formando parte del reino Nazarí de Granada.
De todos es sabido que en tiempos del Califato de Córdoba, los pañuelos de seda producidos en nuestro pueblo, eran muy solicitados y conocidos en León (año 929) y en el centro de Al-Andalus con el nombre de "alfiñame" o "alfiniame".
Los árabes estuvieron presentes en Fiñana hasta que el pueblo pasó a formar parte de la Corona de Castilla el día 29 de Diciembre de 1489. La noche del 28 al 29 de Diciembre del citado año, los Reyes Católicos pernoctaron en Fiñana, provenientes de Almería en plena campaña que llevó a la conquista del Reino de Granada.
El largo periodo de tiempo de permanencia en nuestro pueblo, (al igual que en el resto de la península) hace que, obviamente su influencia esté presente aún hoy día, no sólo en los monumentos y vestigios que nos dejaron, sino también en aspectos tan cotidianos como el sistema de acequias y regadío, el trazado de calles, (sobre todo en el barrio de la Alcazaba y en el barrio Alto) o incluso en los tradicionales molinos de agua que jalonaban, hasta hace muy poco, toda la vereda del río desde el cortijo El Puente hasta los Corrales de Almansa.
Será a partir del periodo medieval y bajo el dominio musulmán cuando Fiñana va a adquirir un importante peso económico y político, unido alestratégico dado por su ubicación física. La vega fiñanera que hoy podemos apreciar, obviamente difiere mucho de la que antaño hizo del lugar un importante centro de producción sedero, tanto en el período del Califato como luego más tarde formando parte del reino Nazarí de Granada.
De todos es sabido que en tiempos del Califato de Córdoba, los pañuelos de seda producidos en nuestro pueblo, eran muy solicitados y conocidos en León (año 929) y en el centro de Al-Andalus con el nombre de "alfiñame" o "alfiniame".
Perteneciente a este periodo medieval, existe una importante obra de traída y con ducción de agua, desde el barranco El Torno hasta el cortijo de La Ledima, (coloquialmente conocido como cortijo "La Lima") que sin duda fue una obra que tuvo una importante repercusión social por lo laboriosa de la misma.
Para describirla brevemente, diremos que, a lo largo de aproximadamente dos kilómetros, y salvando los desniveles del terreno, se realiza un encauzamiento cimbrado, (la acequia aparece la mayor parte de ella bajo tierra y cubierta con aleras) desde la parte más alta del citado barranco, hasta una gran balsa, de grandes proporciones para la época, que serviría de almacenamiento y depósito, ya en pleno paraje de El Campillo, junto a la pista fo restal que actualmente sube a Ubeire.
A lo largo del trayecto, la citada cimbra sale a la superficie, salvando los desniveles de los barrancos menores a través de siete acueductos de piedra con arcos de medio punto, que, como puede apreciarse, aún hoy están bastante bien conservados.
Después de la gran balsa citada, el agua es conducida a través de una acequia de piedras, a ras de suelo, como también puede apreciarse en las fótos, hasta las cercanías del cortijo La Ledima que funcionaba de aljibe, según los datos recogidos en las escrituras de su actual propietaria. A partir de aquí, la ace quia se pierde por entrar en tierras de cultivos, principalmente de olivar.
Haciendo el recorrido a pie por la zona descrita, se pone de manifiesto la habilidad árabe para realizar una obra de ingeniería hidráulica de estas características, lo cual lleva a pensar a cualquier observador, que sin duda se trató de una obra que tuvo una importante repercusión social, por la envergadura y laboriosidad de la misma.
Así lo quieren poner de manifiesto el autor de esta guía y Francisco Fernández Lao, apuntando para esto dos posibles hipótesis:
1) La primera, englobaría la citada obra dentro del aprovechamiento de agua con destino final para el regadío de la vega.
Que los musulmanes han sido auténticos sabios a la hora de aprovechar los recursos hídricos de cualquier lugar, es algo que históricamente es sabido y reconocido por todos. De esta forma, este encauzamiento de agua desde el barranco El Torno, entraría dentro del laborioso trabajo en el que los árabes fueron maestros: canalizar el agua, en este caso, en la misma formación de los arroyos y barrancos, en plena sierra, hasta su aprovechamiento final en el regadío de la vega.
Sin embargo esta primera posibilidad se descarta rápidamente porque, dicho sistema de regadío, tendría que aparecer como tal en los Libros de Aguas del municipio, cosa que no sucede. A lo que habría que añadir que, el páraje de La Ledima, se regaba en este tiempo con el agua del pueblo.
2) La segunda hipótesis, que pudiera ser más acertada, relacionaría esta importante obra de ingeniería hidráulica con el abastecimiento de agua a algún sector importante dentro de la, economía del momento, vinculado posiblemente con grandes propietarios, (por tanto de carácter privado) y que muy bien podría tratarse del sector sedero, teniendo asegurada así una reserva de agua independiente de la del regadío de la vega.
Esto avalaría la tesis, por una parte, de que no aparezca referencia alguna de esta canalización en el reparto de agua del pueblo en los sucesivos libros de Aguas; y por otra, que tal sistema tuvo que dejar de funcionar a finales del periodo medieval, porque no se encuentra reseñado en documento público o privado hasta ahora documentado. Lo cual no quiere decir que, de existir en algún archivo o lugar, el día de su publicación, serviría para reforzar o desechar esta segunda hipótesis, que modestamente se considera más acertada y posible.
Enlazando con lo anterior, y relacionado también con el aprovechamiento hídrico, es obligado mencionar la "Ruta de los Molinos" ligada a esa importante huella que los árabes dejaron en nuestra villa. Los últimos vestigios que hoy quedan de esa larga historia molinera, ha sido línea de continuación desde este periodo.
Los indicios, los términos, la conducción del agua y el sistema del molino en sí, es de auténtica tradición árabe, la cual ha sabido conjugar a lo largo de los siglos, el aprovechamiento de un elemento natural, como es el caudal de agua, con su transformación en pequeñas industrias que es lo que en realidad eran estos molinos, aunque rudimentarios y destinados a un sistema económico básico o la mayoría de las veces de trueque.
Se tratan de molinos de rodezno, típicos de zonas montañosas y aisladas donde la innovación era escasa y su introducción costosa. Hasta hace muy poco, seguía funcionando el último molino de estas características, el de El Corcho, y básicamente su funcionamiento se podría resumir así:
El agua cae a salto desde un cauz superior, conducida por tubo hasta el cárcavo donde se encuentra el rodezno, rueda circular de madera con cucharas de metal. Sobre estas cae el agua a través del saetillo, sirviendo la botana y la paraera de entrada o parada de agua, ya que está conectada a una llave metálica que se acciona desde la sala del molino. La rueda o rodezno está montada sobre la puente, una gruesa viga de madera. Del centro de rodezno sale el árbol, una pieza vertical que se une, en su parte inferior, a la puente mediante dos piezas llamadas rángua y cruz. En su parte superior el árbol se une a la maza de madera, donde va incrustado, con la ayuda de cuñas también de madera, el parahierro. Esta pieza se une con la piedra de moler, ya en la sala del molino, mediante la lavija.
Las piedras de moler, llamadas francesas, son dos, una fija y otra móvil y el alivio (conectado desde arriba a la puente) une o separa las piedras para dar mayor calidad a la molienda. En la tolva se echa el grano que cae, a través de la canaleta, al agujero que tiene la piedra de arriba en el centro.
El grano, al rozar con la piedra fija de abajo, es triturado y convertido en harina, que se exparce y no cae al exterior porque se lo impide el guardapolvo. Debajo de este, hay un orificio por donde la harina cae directamente a un cajón de madera.
En estas fotografías podemos apreciar la entrada del grano para ser molido y el resultado final: la harina cayendo al cajón de madera.
Vista de Fiñana desde el cortijo La Ledima |
Traida de agua desde el Barranco El Torno |
Balsa donde finaliza el cauce del paraje de El Campillo |
A lo largo del trayecto, la citada cimbra sale a la superficie, salvando los desniveles de los barrancos menores a través de siete acueductos de piedra con arcos de medio punto, que, como puede apreciarse, aún hoy están bastante bien conservados.
Después de la gran balsa citada, el agua es conducida a través de una acequia de piedras, a ras de suelo, como también puede apreciarse en las fótos, hasta las cercanías del cortijo La Ledima que funcionaba de aljibe, según los datos recogidos en las escrituras de su actual propietaria. A partir de aquí, la ace quia se pierde por entrar en tierras de cultivos, principalmente de olivar.
Haciendo el recorrido a pie por la zona descrita, se pone de manifiesto la habilidad árabe para realizar una obra de ingeniería hidráulica de estas características, lo cual lleva a pensar a cualquier observador, que sin duda se trató de una obra que tuvo una importante repercusión social, por la envergadura y laboriosidad de la misma.
Detalle del cauce y acueducto salvando el barranco |
Así lo quieren poner de manifiesto el autor de esta guía y Francisco Fernández Lao, apuntando para esto dos posibles hipótesis:
1) La primera, englobaría la citada obra dentro del aprovechamiento de agua con destino final para el regadío de la vega.
Que los musulmanes han sido auténticos sabios a la hora de aprovechar los recursos hídricos de cualquier lugar, es algo que históricamente es sabido y reconocido por todos. De esta forma, este encauzamiento de agua desde el barranco El Torno, entraría dentro del laborioso trabajo en el que los árabes fueron maestros: canalizar el agua, en este caso, en la misma formación de los arroyos y barrancos, en plena sierra, hasta su aprovechamiento final en el regadío de la vega.
Sin embargo esta primera posibilidad se descarta rápidamente porque, dicho sistema de regadío, tendría que aparecer como tal en los Libros de Aguas del municipio, cosa que no sucede. A lo que habría que añadir que, el páraje de La Ledima, se regaba en este tiempo con el agua del pueblo.
2) La segunda hipótesis, que pudiera ser más acertada, relacionaría esta importante obra de ingeniería hidráulica con el abastecimiento de agua a algún sector importante dentro de la, economía del momento, vinculado posiblemente con grandes propietarios, (por tanto de carácter privado) y que muy bien podría tratarse del sector sedero, teniendo asegurada así una reserva de agua independiente de la del regadío de la vega.
Esto avalaría la tesis, por una parte, de que no aparezca referencia alguna de esta canalización en el reparto de agua del pueblo en los sucesivos libros de Aguas; y por otra, que tal sistema tuvo que dejar de funcionar a finales del periodo medieval, porque no se encuentra reseñado en documento público o privado hasta ahora documentado. Lo cual no quiere decir que, de existir en algún archivo o lugar, el día de su publicación, serviría para reforzar o desechar esta segunda hipótesis, que modestamente se considera más acertada y posible.
Detalle del Rodezno |
Enlazando con lo anterior, y relacionado también con el aprovechamiento hídrico, es obligado mencionar la "Ruta de los Molinos" ligada a esa importante huella que los árabes dejaron en nuestra villa. Los últimos vestigios que hoy quedan de esa larga historia molinera, ha sido línea de continuación desde este periodo.
Los indicios, los términos, la conducción del agua y el sistema del molino en sí, es de auténtica tradición árabe, la cual ha sabido conjugar a lo largo de los siglos, el aprovechamiento de un elemento natural, como es el caudal de agua, con su transformación en pequeñas industrias que es lo que en realidad eran estos molinos, aunque rudimentarios y destinados a un sistema económico básico o la mayoría de las veces de trueque.
Se tratan de molinos de rodezno, típicos de zonas montañosas y aisladas donde la innovación era escasa y su introducción costosa. Hasta hace muy poco, seguía funcionando el último molino de estas características, el de El Corcho, y básicamente su funcionamiento se podría resumir así:
El agua cae a salto desde un cauz superior, conducida por tubo hasta el cárcavo donde se encuentra el rodezno, rueda circular de madera con cucharas de metal. Sobre estas cae el agua a través del saetillo, sirviendo la botana y la paraera de entrada o parada de agua, ya que está conectada a una llave metálica que se acciona desde la sala del molino. La rueda o rodezno está montada sobre la puente, una gruesa viga de madera. Del centro de rodezno sale el árbol, una pieza vertical que se une, en su parte inferior, a la puente mediante dos piezas llamadas rángua y cruz. En su parte superior el árbol se une a la maza de madera, donde va incrustado, con la ayuda de cuñas también de madera, el parahierro. Esta pieza se une con la piedra de moler, ya en la sala del molino, mediante la lavija.
Detalle de la Canaleta y la piedra francesa |
Las piedras de moler, llamadas francesas, son dos, una fija y otra móvil y el alivio (conectado desde arriba a la puente) une o separa las piedras para dar mayor calidad a la molienda. En la tolva se echa el grano que cae, a través de la canaleta, al agujero que tiene la piedra de arriba en el centro.
El grano, al rozar con la piedra fija de abajo, es triturado y convertido en harina, que se exparce y no cae al exterior porque se lo impide el guardapolvo. Debajo de este, hay un orificio por donde la harina cae directamente a un cajón de madera.
Salida de la harina |
Edad Moderna
Como ya ha quedado señalado en páginas anteriores, Fiñana, como lugar integrante del Reino Nazarí de Granada, dejó de ser oficialmente la noche del 28 al 29 de Diciembre de 1489 cuando los Reyes Católicos, en plena campaña de la toma de Granada, pernoctaron en la villa, pasando así a formar parte de la corona de Castilla.
Se abría así un proceso similar a los nuevos territorios que engrosaban el reino castellano, a saber:
1) Nombrar Repartidor de la ciudad, villa o lugar.
2) Repoblar la zona con cristianos viejos.
3) Asignar mayores o menores.mercedes y privilegios en relación a la importancia del territorio anexionado.
Respecto al primer punto, don Alvaro de Bazán fue nombrado Repartidor de Fiñana, y en breve se le mandó por Real Cédula que diese y asignase al obispado de Guadix, (diócesis a la que desde 1502 hasta el 1 de Noviembre de 1957 perteneció Fiñana) la mezquita principal de esta villa para iglesia, "con todas las posesiones o rentas que en tiempo de moros tenia".
Al respecto, podemos apreciar en la fotografía inferior de esta página, dicha Real Cédula, siendo su transcripción, (realizada por Francisco Fernández Lao) como sigue:
"El Rey e la Reyna
Don Alvaro de Bagan o ottro qualquier nuestro alcayde o repartidor de Fiñana, nos vos mandamos que libremente dedes e asignedes al obispo de Guadix o a su vicario o procurador en su nombre la mezquita principal de esa dicha villa de Fiña- na para yglesia, con todas las posesyones e rentas que en tiempo de moros tenya e tiene e demás, e allende le dedes e apliquedes quatro casas de las más conpetentes e gercanas, que no sean juntas con las paredes delta, e tres alcarmenes de los mayores e mejores que nos pertenezcan. Damos por la presente e fezemos merged dello para los beneficiados e sacristán que por tiempo sírvíeren en la dicha yglesia. Fecha en la villa de Santa Fe a XXI dias del mes de margo de mill e quatrogientos e noventa e doss annos. Yo el Rey. Yo la Reyna".
En lo referente al proceso repoblador, señalar que este fue más lento y espaciado en el tiempo. Y finalmente, mencionar que en el apartado de mercedes y privilegios, cabe destacar la fundación de un Hospital en la villa por parte de los Reyes Católicos. Era frecuente esto para dotar de estos establecimientos a diferentes poblaciones del recién conquistado Reino de Granada.
Según Enrique Silva Ramírez, en su comunicación "La Beneficencia y la hospitalidad en la diócesis de Almería: siglo XV-XIX", "el Hospital de Fiñana" es de los llamados de tránsito, donde no hay un equipo sanitario capaz de poner y seguir un tratamiento médico, sino que se recibía en él al enfermo o al niño expósito y seguidamente era evacuado al Hospital Real de la Caridad de Guadix, donde conferían estas atenciones". "La documentación que ha llegado hasta nosotros sobre este Hospital, sólo consiste en un Libro Tercero, (abarca desde el año 1689 hasta 1725) que se encuentra en el Archivo Parroquia¡, "que dicho sea de paso, es el más antiguo de la provincia, comenzando las primeras inscripciones de bautismo en 1519".
En dicha documentación, se ofrece un tenue reflejo de la vida hospitalaria: Visitas dé inspección, cuentas, entrada de enfermos y niños expósitos, obras de reparación, etc.
El edificio que ocupaba en su día el Hospital, estuvo situado en la esquina formada
por las actuales calles Granada (al este) y del Hospital (al norte). Era de una sola planta, dando la fachada principal a la actual calle del Hospital. la puerta de acceso estaba sobreelevada por dos o tres escalones con zaguán o porche. Esta puerta está cegada en la actualidad, pero aún hoy puede apreciarse en la fachada" (como puede verse en la fotografía superior de esta página).
"Probablemente el inmueble fue afectado por las desamortizaciones de mediados de¡ siglo XIX, ya que a principios de nuestro siglo, estaba en ruinas y desocupado. Después se transformó en horno de pan, el cual ha sido cerrado hace poco, y así es como ha llegado hasta nosotros. Por esto es dificil reconstruir el plano primitivo".
LA ARQUITECTURA CRISTIANA
Una vez transformada la mezquita mayor de Fiñana en iglesia católica, y después de la General Conversión, es patente el propósito de hacer nuevos templos. Según un estudio del historiador Carlos Asenjo Sedano: "Fiñana y su iglesia, siglo XVI" y los datos obrantes en el Archivo de la Catedral de Guadix referidos al estado de cuentas del proceso de construcción de la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación de Fiñana, podemos afirmar que la fecha que puede considerarse como inicio de las obras, es la de:
1540: los maestros Simón de Moya y Juan García, levantan los cimientos. Están documentados en esta fecha, distintos pagos a Simón de Moya: 37.500 maravedíes; así como a los tejeros el Valorí y Juan Tejero, la cantidad de 60.375 maravedíes.
1547: El maestro Ambrosio de Villegas, sustituye a los anteriores. Prosigue los muros, levanta los pilares y los arcos hasta terminar la obra a falta de la cubierta.
1549: Preparación de las cubiertas.
1550: Primer proyecto de artesonado y por tanto de cubrimiento del templo, a cargo de Miguel Ruiz. El Cabildo de Guadix, envía a Fiñana al maestro Pontones para "que estudiara y dictaminara sobre el estado de las obras del templo de nuestra villa".
A tenor de la falta de datos, parece desprenderse que durante siete años, las obras se paran o van a un ritmo muy lento porque hasta
1557: no se tienen noticias de su continuación: "Desestimado, tras la visita de Pontones, el primer proyecto de cubrimiento del templo, ideado por el maestro Miguel Ruiz, se le acepta, no obstante, el segundo, que se adjudica el día 18 de Noviembre de 1557".
La madera del artesonado, (que era de castaño) procedía de Benzalema, de la zona de Zújar. En lo que respecta a las obras de albañilería, sólo falta construir el último piso de la torre.
1559: En este año muere Miguel Ruiz y retoma el proyecto del artesonado Juan de Urrutia, rompiéndose el ritmo marcado por el primero, e imprimiendo aportaciones personales del nuevo encargado del mismo. El maestro Ambrosio de Villegas, continúa con la albañilería, que parece estar casi terminada. Está documentado en ésta fecha, el pago al citado maestro 79.526 maravedíes.
1563: Se encargan ya las obras de rejas y cerrajería a Bias Calderón, de Baza. En este año, se pinta el templo por primera vez. Se instalan también las vidrieras de las ventanas de la nave central, cuyo coste ascendió a 4.500 maravedíes.
1565: Está ya ultimada la obra de la torre y la iglesia. Se colocan barandas, ventanas y rejas.
1566: Se produce en este año la ornamentación del interior del templo. Se comienza a celebrar misa con normalidad. Juan de Urrutia, prosigue las obras del artesonado.
1569: Fecha de la Rebelión de los moriscos. Se produce la destrucción de altares, pila bautismal, imágenes y se quema la iglesia, destruyéndose su artesonado.
Todo el proceso de incendio y destrucción de nuestra iglesia en aquella época, está documentado en el Archivo de Simancas en un legajo que lleva el título de: "Probança sobre la quema de la Iglesia de Fiñana, villa de su Magestad en el Obispado de Guadix".
Dicho legajo, aporta importantes datos sobre la quema de la iglesia inéditos hasta ahora y de paso, también información adicional al proceso de rebelión morisca de nuestra villa.
La "Probança" tiene un objetivo muy claro: expone el hecho producido el once de junio de 1569, (fecha del incendio de la iglesia) y el culpable del mismo: Francisco de Molina, "cabo que fue de la gente de guerra de la ciudad de Guadix, por cuya culpa se ha entendido que se quemó la iglesia de la villa de Fiñana". "El daño decía, se estima de nueve a diez míl ducados".
Son varios los testimonios de testigos recogidos en este documento, y de entre ellos destacarnos dos:
1) El del carpintero Juan de Urrutia. Por su declaración sabemos que la iglesia se terminó, por completo, a penas diez días antes del incendio. El, como carpintero de la obra, fue el último en acabar el artesonado del templo, llegando a afirmar, "que la dicha yglesía hera de las mejores que avía en este rreyno de Granada".
2) El testimonio de Juan Díaz, "cura y benefyçiado de la villa de Fiñana". Por su declaración también sabemos que la iglesia tuvo que levantarse dos veces ya que, "La primera bez acavada de hazer, se hundió e se tornó de nuevo la mayor parte a rreydificar".
Brevemente podemos describir los hechos acaecidos aquellos días de Junio (9-11) de 1569, objeto de la citada "Probança".
El nueve de ese mes, día del Corpus Cristi, llegó a Fiñana Francisco de Molina, cabo de guerra de la ciudad de Guadix con bastimentos y municiones para socorrer al marqués de los Velez que estaba en Terque (Taha de Marchena), sofocando a los moriscos allí levantados. Los basamentos y municiones fueron depositados en el interior de la iglesia por orden suya.
La totalidad de los testigos, declararon que se opusieron a que el cabo los introdujese en el templo, destacando la declaración del cura, Juan Diáz:
"... que su merçed (Francisco de Molina) mirase el negocio vien e que no mandase meter en la dicha yglesia los dichos bastimientos e muniçiones; lo uno por questava muy a peligro este pueblo y la tierra y, si los moros venían en el tiempo,... el daño que rresultase sería a la dicha yglesia, e que avía costado más de diez mill ducados, e que no fuese causa ni permitiese que, por rrazón de los dichos bastimentos e municiones que dentro estuviese, se perdiese la dicha yglesia; lo otro que le pereçia que, por rrazón de ser tanto el dicho bastimento e muniçiones, enbaraçaría la dicha yglesia de manera que no pudiesen çelebrar los ofyçios divinos como hera costumbre e obligados".
Al día siguiente, 10 de
junio de 1569, "por la mañana se dio en esta villa rrevato en que
dezían que los moros estaban en Abla e La Vrugena". Sobre mediodía, se
cercó la villa de Fiñana de gran cantidad de moros, más de cinco mil, dirigidos
y mandados por el "rreyezíll.) que tenían, que hera don Fernando de
Valor (Aben Humeya).
Finalmente, apuntar que
el cura Juan Díaz, acaba su declaración diciendo que:
"... si los basamentos e municiones no se ubieran puesto en la dicha yglesia, no se hubiese quemado, ni los moros hubiesen venido a esta dicha villa, porque así lo oyó dezír este testigo a los moriscos que de paz se avían venido a esta dicha villa".
Como puede apreciarse, salvo el hecho aislado de la destrucción de nuestra iglesia y el cerco del propio Fernando de Valor con la intención de destruir los basamentos y municiones para el marqués de los Vélez, parece ser que Fiñana no se sumó a aquella rebelión de los moriscos.
1572: Acabada la contienda contra los moriscos, el 24 de Julio de 1572, se sacan a subasta el remate de la obra y restauración de lo incendiado. Se encarga del proyecto del maestro Juan de Urrutia por 1.220 ducados, siguiendo el modelo del artesonado de la. iglesia de Santiago de Guadix, para construirlo en un plazo no superior a seis años. Este artesonado, es el que ha llegado hasta nosotros.
1592: Construcción de la portada con mármol de Macael, (las columnas). Esta portada es de claro estilo renacentista, imitando la estructura de un Arco de Triunfo.
DESCRIPCIÓN ESTILÍSTICA DE LA IGLESIA
La iglesia de Nuestra Señora de la Anuntiación de Fiñana, es de estilo mudéjar, cuyo modelo de tres naves se emplazaba en los núcleos de población más importantes o cabeceras de comarca.
PLANTA Y ALZADO
Cuenta con una planta basilical, dividida en tres naves separadas por arcos formeros de medio punto entre pilares. La Capilla Mayor aparece diferenciada tras un arco toral, también de medio punto. La torre, de planta cuadrada, se sitúa junto a la cabecera. De este modo la planta es muy regular, delimitando los muros exteriores un rectángulo. Estos muros, tienen un aparejo de hiladas de ladrillo y cajones de mampostería, materiales típicamente usados por el arte mudéjar.
CUBIERTAS DE MADERA: EL ARTESONAD0
Las cubiertas, se resuelven con armadura artesonado de madera en la nave central y capilla mayor, en la misma altura, y de pares de colgadizo en las laterales de menor altura.
En la nave central, se conserva completo su sistema de armaduras de cubiertas, de gran calidad y extraordinaria riqueza ornamental. Concretamente esta es de l¡mas moamares con cintas dobles, con tirantes también dobles sobre ménsulas de canes, decorados con rostros de personajes de la época. En el almizate, se combinan lazos con estrellas. En la foto superior de esta página, podemos apreciar un detalle de unos de los tirantes, con decoración de estrella, apuntando que en su día, el artesano parece ser que estuvo policromado.
La capilla mayor tiene una armadura octogonal sobre cuatro cuadrantes con lazos. Estos aparecen también en los ocho faldones con lirnas moamares,, y en el almizate.
LA PORTADA
Dos contrafuertes en la fachada de los pies de la iglesia, encuadran una portada renacentista, construida en 1592, imitando un arco de triunfo. El arco de entrada, de medio punto, está enmarcado por dobles parejas de columnas de mármol sobre plinto. Estas columnas son de fuste acanalado y de estilo dórico y sostiene un entablamento con triglifos y metopas con un friso en el que figura la fecha y el rey que gobernaba España en ese momento. Felipe II.
Entre el arco principal de entrada y la cornisa-dintél, aparecen en las enjutas del arco, dos ángeles portando sendas carteras cuya leyenda es:
Angel de la izquierda:
Esta obra mandó hacer el doctor Juan Alonso Moscoso Obispo de Guadix.
Angel de la derecha:
y del Consejo de su Majestad, acabose principio del año 1592.
La parte superior de esta portada, está compuesta por una hornacina franqueada por dos columnas jónicas, que sostienen un tímpano en el que aparece la figura de Dios Padre. A la derecha, centro e izquierda, destacan tres escudos arzobispales, a saber:
Izquierda
Martín de Ayala 1548-60
Centro
Juan Alonso Moscoso 1582-92
Derecha
Melchor Alvarez de Vozmediano 1560-74.
Junto a la hornacina central, (en su día albergaba la Virgen de la Gula) aparecen dos hornacinas, una a cada lado que tenían las figuras de San Pedro y San Pablo. Las tres imágenes fueron destruidas en la Guerra Civil. En la hornacina central, actualmente la ocupa una imagen de mármol de la Virgen con el Niño.
A continuación, podemos apreciar en la fotografía de esta página la portada de nuestra iglesia parroquial a principios de siglo, antes de desaparecer las imágenes de las hornacinas de la misma. Es decir, las imágenes de San Pedro y San Pablo, así como la Virgen de la Guía.
Como es lógico, la fotografía está tomada antes de producirse la Guerra Civil, periodo en el que fueron destruidas.
VER:
> LA IGLESIA DE FIÑANA
LA TORRE
Para finalizar la breve descripción estilística de la iglesia, quedaría la torre, semiexenta, de planta cuadrada y revestida de ladrillo.
Tiene cuatro cuerpos, tres de los cuales se cubren con madera lisa, el cuarto que está en la base, sirve de sacristía. En la misma, se puede apreciar diversas reliquias, restos del retablo que también fue destruido en la guerra, así corno imágenes, que son el germen del Museo de la Sacristía.
Para finalizar con este período de la época moderna, constatar que, a lo largo del siglo XVII, se advierte un proceso de declive en nuestra villa, parejo al que se da en el resto del país. Los sucesivos cambios políticos y sobre todo económicos, hacen variar sustancialmente el equilibrio de fuerzas existentes hasta el momento.
Estos cambios los vemos documentados, en lo que a Fiñana se refiere, ya a mediados del siglo XVIII en el Proyecto de Unica Contribución que el marqués de la Ensenada quiso llevar a cabo en toda España. En el Ayuntamiento de nuestro pueblo, se conserva el manuscrito referido a dicha Contribución, fechado el 18 de Enero de 1762, donde se recoge:
"La copia de las repuestas dadas por la Justicia y Peritos a temor del interrogatorio de la villa de Fiñana".
Fiñana en el s. XVIII
En este manuscrito, verdadero censo, tanto de personas como de propiedades y bienes, se ve reflejada la realidad fiñanera a mediados del siglo XVIII. Por ejemplo, se calculó en esta fecha, y así consta reflejado en el referido manuscrito que Fíñana podría tener unas 9.500 fanegas de tierra, distribuidas así:
REGADIO ................. 2.500 Fanegas (1.100 de buena calidad, se destinaban a la siembra. 100 destinadas a hortalizas de buena calidad. 600 de mediana calidad y 700 de inferior)
SECANO ................... 3.000 fanegas
PASTOS, ENCINA, MATORRAL ...... 4.000 fanegas
Como puede apreciarse, la medida utilizada en la villa y su término era la fanega de puño, dividida en marjales, 4 por fanega.
Aún en esta fecha, mediados de¡ siglo XVIII, la recogida de hoja para la producción de seda era importante; el montante anual ascendía a 20.000 arrobas de hoja. Esto también está en consonancia con el tipo de arbolado dominante de estos momentos: morales e higueras, árboles frutales y algunos olivos. Estos dos últimos eran de corta entidad, por la poca utilidad que daban a sus dueños. Esta villa tenía privilegio de nombrar Regidores y otros oficios de Justicia, tanto para ella como para Abla y Abrucena. Los montes eran comunes. Los pastos y los frutos de bellotas, gozaban de la misma comunidad.
WED-JLoboG
Como ya ha quedado señalado en páginas anteriores, Fiñana, como lugar integrante del Reino Nazarí de Granada, dejó de ser oficialmente la noche del 28 al 29 de Diciembre de 1489 cuando los Reyes Católicos, en plena campaña de la toma de Granada, pernoctaron en la villa, pasando así a formar parte de la corona de Castilla.
Se abría así un proceso similar a los nuevos territorios que engrosaban el reino castellano, a saber:
1) Nombrar Repartidor de la ciudad, villa o lugar.
2) Repoblar la zona con cristianos viejos.
3) Asignar mayores o menores.mercedes y privilegios en relación a la importancia del territorio anexionado.
Respecto al primer punto, don Alvaro de Bazán fue nombrado Repartidor de Fiñana, y en breve se le mandó por Real Cédula que diese y asignase al obispado de Guadix, (diócesis a la que desde 1502 hasta el 1 de Noviembre de 1957 perteneció Fiñana) la mezquita principal de esta villa para iglesia, "con todas las posesiones o rentas que en tiempo de moros tenia".
Al respecto, podemos apreciar en la fotografía inferior de esta página, dicha Real Cédula, siendo su transcripción, (realizada por Francisco Fernández Lao) como sigue:
"El Rey e la Reyna
Don Alvaro de Bagan o ottro qualquier nuestro alcayde o repartidor de Fiñana, nos vos mandamos que libremente dedes e asignedes al obispo de Guadix o a su vicario o procurador en su nombre la mezquita principal de esa dicha villa de Fiña- na para yglesia, con todas las posesyones e rentas que en tiempo de moros tenya e tiene e demás, e allende le dedes e apliquedes quatro casas de las más conpetentes e gercanas, que no sean juntas con las paredes delta, e tres alcarmenes de los mayores e mejores que nos pertenezcan. Damos por la presente e fezemos merged dello para los beneficiados e sacristán que por tiempo sírvíeren en la dicha yglesia. Fecha en la villa de Santa Fe a XXI dias del mes de margo de mill e quatrogientos e noventa e doss annos. Yo el Rey. Yo la Reyna".
En lo referente al proceso repoblador, señalar que este fue más lento y espaciado en el tiempo. Y finalmente, mencionar que en el apartado de mercedes y privilegios, cabe destacar la fundación de un Hospital en la villa por parte de los Reyes Católicos. Era frecuente esto para dotar de estos establecimientos a diferentes poblaciones del recién conquistado Reino de Granada.
Según Enrique Silva Ramírez, en su comunicación "La Beneficencia y la hospitalidad en la diócesis de Almería: siglo XV-XIX", "el Hospital de Fiñana" es de los llamados de tránsito, donde no hay un equipo sanitario capaz de poner y seguir un tratamiento médico, sino que se recibía en él al enfermo o al niño expósito y seguidamente era evacuado al Hospital Real de la Caridad de Guadix, donde conferían estas atenciones". "La documentación que ha llegado hasta nosotros sobre este Hospital, sólo consiste en un Libro Tercero, (abarca desde el año 1689 hasta 1725) que se encuentra en el Archivo Parroquia¡, "que dicho sea de paso, es el más antiguo de la provincia, comenzando las primeras inscripciones de bautismo en 1519".
En dicha documentación, se ofrece un tenue reflejo de la vida hospitalaria: Visitas dé inspección, cuentas, entrada de enfermos y niños expósitos, obras de reparación, etc.
El edificio que ocupaba en su día el Hospital, estuvo situado en la esquina formada
por las actuales calles Granada (al este) y del Hospital (al norte). Era de una sola planta, dando la fachada principal a la actual calle del Hospital. la puerta de acceso estaba sobreelevada por dos o tres escalones con zaguán o porche. Esta puerta está cegada en la actualidad, pero aún hoy puede apreciarse en la fachada" (como puede verse en la fotografía superior de esta página).
"Probablemente el inmueble fue afectado por las desamortizaciones de mediados de¡ siglo XIX, ya que a principios de nuestro siglo, estaba en ruinas y desocupado. Después se transformó en horno de pan, el cual ha sido cerrado hace poco, y así es como ha llegado hasta nosotros. Por esto es dificil reconstruir el plano primitivo".
LA ARQUITECTURA CRISTIANA
Una vez transformada la mezquita mayor de Fiñana en iglesia católica, y después de la General Conversión, es patente el propósito de hacer nuevos templos. Según un estudio del historiador Carlos Asenjo Sedano: "Fiñana y su iglesia, siglo XVI" y los datos obrantes en el Archivo de la Catedral de Guadix referidos al estado de cuentas del proceso de construcción de la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación de Fiñana, podemos afirmar que la fecha que puede considerarse como inicio de las obras, es la de:
Vista exterior, Iglesia de Fiñana |
1540: los maestros Simón de Moya y Juan García, levantan los cimientos. Están documentados en esta fecha, distintos pagos a Simón de Moya: 37.500 maravedíes; así como a los tejeros el Valorí y Juan Tejero, la cantidad de 60.375 maravedíes.
1547: El maestro Ambrosio de Villegas, sustituye a los anteriores. Prosigue los muros, levanta los pilares y los arcos hasta terminar la obra a falta de la cubierta.
1549: Preparación de las cubiertas.
1550: Primer proyecto de artesonado y por tanto de cubrimiento del templo, a cargo de Miguel Ruiz. El Cabildo de Guadix, envía a Fiñana al maestro Pontones para "que estudiara y dictaminara sobre el estado de las obras del templo de nuestra villa".
Interior de la Iglesia |
1557: no se tienen noticias de su continuación: "Desestimado, tras la visita de Pontones, el primer proyecto de cubrimiento del templo, ideado por el maestro Miguel Ruiz, se le acepta, no obstante, el segundo, que se adjudica el día 18 de Noviembre de 1557".
La madera del artesonado, (que era de castaño) procedía de Benzalema, de la zona de Zújar. En lo que respecta a las obras de albañilería, sólo falta construir el último piso de la torre.
1559: En este año muere Miguel Ruiz y retoma el proyecto del artesonado Juan de Urrutia, rompiéndose el ritmo marcado por el primero, e imprimiendo aportaciones personales del nuevo encargado del mismo. El maestro Ambrosio de Villegas, continúa con la albañilería, que parece estar casi terminada. Está documentado en ésta fecha, el pago al citado maestro 79.526 maravedíes.
1563: Se encargan ya las obras de rejas y cerrajería a Bias Calderón, de Baza. En este año, se pinta el templo por primera vez. Se instalan también las vidrieras de las ventanas de la nave central, cuyo coste ascendió a 4.500 maravedíes.
1565: Está ya ultimada la obra de la torre y la iglesia. Se colocan barandas, ventanas y rejas.
1566: Se produce en este año la ornamentación del interior del templo. Se comienza a celebrar misa con normalidad. Juan de Urrutia, prosigue las obras del artesonado.
1569: Fecha de la Rebelión de los moriscos. Se produce la destrucción de altares, pila bautismal, imágenes y se quema la iglesia, destruyéndose su artesonado.
Todo el proceso de incendio y destrucción de nuestra iglesia en aquella época, está documentado en el Archivo de Simancas en un legajo que lleva el título de: "Probança sobre la quema de la Iglesia de Fiñana, villa de su Magestad en el Obispado de Guadix".
Dicho legajo, aporta importantes datos sobre la quema de la iglesia inéditos hasta ahora y de paso, también información adicional al proceso de rebelión morisca de nuestra villa.
La "Probança" tiene un objetivo muy claro: expone el hecho producido el once de junio de 1569, (fecha del incendio de la iglesia) y el culpable del mismo: Francisco de Molina, "cabo que fue de la gente de guerra de la ciudad de Guadix, por cuya culpa se ha entendido que se quemó la iglesia de la villa de Fiñana". "El daño decía, se estima de nueve a diez míl ducados".
Son varios los testimonios de testigos recogidos en este documento, y de entre ellos destacarnos dos:
1) El del carpintero Juan de Urrutia. Por su declaración sabemos que la iglesia se terminó, por completo, a penas diez días antes del incendio. El, como carpintero de la obra, fue el último en acabar el artesonado del templo, llegando a afirmar, "que la dicha yglesía hera de las mejores que avía en este rreyno de Granada".
2) El testimonio de Juan Díaz, "cura y benefyçiado de la villa de Fiñana". Por su declaración también sabemos que la iglesia tuvo que levantarse dos veces ya que, "La primera bez acavada de hazer, se hundió e se tornó de nuevo la mayor parte a rreydificar".
Brevemente podemos describir los hechos acaecidos aquellos días de Junio (9-11) de 1569, objeto de la citada "Probança".
Probanza sobre la quema de la Iglesia de Fiñana de 24-6-1571 |
El nueve de ese mes, día del Corpus Cristi, llegó a Fiñana Francisco de Molina, cabo de guerra de la ciudad de Guadix con bastimentos y municiones para socorrer al marqués de los Velez que estaba en Terque (Taha de Marchena), sofocando a los moriscos allí levantados. Los basamentos y municiones fueron depositados en el interior de la iglesia por orden suya.
La totalidad de los testigos, declararon que se opusieron a que el cabo los introdujese en el templo, destacando la declaración del cura, Juan Diáz:
"... que su merçed (Francisco de Molina) mirase el negocio vien e que no mandase meter en la dicha yglesia los dichos bastimientos e muniçiones; lo uno por questava muy a peligro este pueblo y la tierra y, si los moros venían en el tiempo,... el daño que rresultase sería a la dicha yglesia, e que avía costado más de diez mill ducados, e que no fuese causa ni permitiese que, por rrazón de los dichos bastimentos e municiones que dentro estuviese, se perdiese la dicha yglesia; lo otro que le pereçia que, por rrazón de ser tanto el dicho bastimento e muniçiones, enbaraçaría la dicha yglesia de manera que no pudiesen çelebrar los ofyçios divinos como hera costumbre e obligados".
Francisco
de Molina, no hizo caso, depositó dentro de la iglesia los basamentos,
argumentando que ese era su cometido: dejarlos en nuestra villa y, una vez
hecho esto, se marchó a Guadix, dejando la iglesia y todo el pueblo
desguarnecido, cuando podían haber sido depositados en la Alcazaba de nuestra
villa, para ser mejor custodiados.
Los
moros, "en varias arremetidas horadaron la pared de la capilla mayor,
por detrás del altar. Abrieron una segunda puerta que sale al aqequia desta
dicha villa", y empezaron a sacar bastímentos que estaban dentro de la iglesia.
Acabado esto, prendieron fuego a la misma y no quedó cosa alguna de madera que
no se quemase. " Esto ocurría en la noche del 10 al 11 de Junio de
1569.
"... si los basamentos e municiones no se ubieran puesto en la dicha yglesia, no se hubiese quemado, ni los moros hubiesen venido a esta dicha villa, porque así lo oyó dezír este testigo a los moriscos que de paz se avían venido a esta dicha villa".
Como puede apreciarse, salvo el hecho aislado de la destrucción de nuestra iglesia y el cerco del propio Fernando de Valor con la intención de destruir los basamentos y municiones para el marqués de los Vélez, parece ser que Fiñana no se sumó a aquella rebelión de los moriscos.
1572: Acabada la contienda contra los moriscos, el 24 de Julio de 1572, se sacan a subasta el remate de la obra y restauración de lo incendiado. Se encarga del proyecto del maestro Juan de Urrutia por 1.220 ducados, siguiendo el modelo del artesonado de la. iglesia de Santiago de Guadix, para construirlo en un plazo no superior a seis años. Este artesonado, es el que ha llegado hasta nosotros.
1592: Construcción de la portada con mármol de Macael, (las columnas). Esta portada es de claro estilo renacentista, imitando la estructura de un Arco de Triunfo.
Retablo de la Iglesia de Fiñana |
La iglesia de Nuestra Señora de la Anuntiación de Fiñana, es de estilo mudéjar, cuyo modelo de tres naves se emplazaba en los núcleos de población más importantes o cabeceras de comarca.
PLANTA Y ALZADO
Cuenta con una planta basilical, dividida en tres naves separadas por arcos formeros de medio punto entre pilares. La Capilla Mayor aparece diferenciada tras un arco toral, también de medio punto. La torre, de planta cuadrada, se sitúa junto a la cabecera. De este modo la planta es muy regular, delimitando los muros exteriores un rectángulo. Estos muros, tienen un aparejo de hiladas de ladrillo y cajones de mampostería, materiales típicamente usados por el arte mudéjar.
CUBIERTAS DE MADERA: EL ARTESONAD0
Las cubiertas, se resuelven con armadura artesonado de madera en la nave central y capilla mayor, en la misma altura, y de pares de colgadizo en las laterales de menor altura.
Detalle artesonado mudéjar |
En la nave central, se conserva completo su sistema de armaduras de cubiertas, de gran calidad y extraordinaria riqueza ornamental. Concretamente esta es de l¡mas moamares con cintas dobles, con tirantes también dobles sobre ménsulas de canes, decorados con rostros de personajes de la época. En el almizate, se combinan lazos con estrellas. En la foto superior de esta página, podemos apreciar un detalle de unos de los tirantes, con decoración de estrella, apuntando que en su día, el artesano parece ser que estuvo policromado.
La capilla mayor tiene una armadura octogonal sobre cuatro cuadrantes con lazos. Estos aparecen también en los ocho faldones con lirnas moamares,, y en el almizate.
LA PORTADA
Portada de la Iglesia, Ntra. Sª Anunciación |
Entre el arco principal de entrada y la cornisa-dintél, aparecen en las enjutas del arco, dos ángeles portando sendas carteras cuya leyenda es:
Angel de la izquierda:
Esta obra mandó hacer el doctor Juan Alonso Moscoso Obispo de Guadix.
Angel de la derecha:
y del Consejo de su Majestad, acabose principio del año 1592.
La parte superior de esta portada, está compuesta por una hornacina franqueada por dos columnas jónicas, que sostienen un tímpano en el que aparece la figura de Dios Padre. A la derecha, centro e izquierda, destacan tres escudos arzobispales, a saber:
Izquierda
Martín de Ayala 1548-60
Centro
Juan Alonso Moscoso 1582-92
Derecha
Melchor Alvarez de Vozmediano 1560-74.
Portada de la Iglesia de Fiñana antes de la Guerra Civil |
A continuación, podemos apreciar en la fotografía de esta página la portada de nuestra iglesia parroquial a principios de siglo, antes de desaparecer las imágenes de las hornacinas de la misma. Es decir, las imágenes de San Pedro y San Pablo, así como la Virgen de la Guía.
Como es lógico, la fotografía está tomada antes de producirse la Guerra Civil, periodo en el que fueron destruidas.
VER:
> LA IGLESIA DE FIÑANA
LA TORRE
Torre de la iglesia, foto de Raimonmg en 2010 |
Tiene cuatro cuerpos, tres de los cuales se cubren con madera lisa, el cuarto que está en la base, sirve de sacristía. En la misma, se puede apreciar diversas reliquias, restos del retablo que también fue destruido en la guerra, así corno imágenes, que son el germen del Museo de la Sacristía.
Para finalizar con este período de la época moderna, constatar que, a lo largo del siglo XVII, se advierte un proceso de declive en nuestra villa, parejo al que se da en el resto del país. Los sucesivos cambios políticos y sobre todo económicos, hacen variar sustancialmente el equilibrio de fuerzas existentes hasta el momento.
Estos cambios los vemos documentados, en lo que a Fiñana se refiere, ya a mediados del siglo XVIII en el Proyecto de Unica Contribución que el marqués de la Ensenada quiso llevar a cabo en toda España. En el Ayuntamiento de nuestro pueblo, se conserva el manuscrito referido a dicha Contribución, fechado el 18 de Enero de 1762, donde se recoge:
Fiñana a mediados del s. XVIII, según el catastro de la Ensenada |
"La copia de las repuestas dadas por la Justicia y Peritos a temor del interrogatorio de la villa de Fiñana".
Fiñana en el s. XVIII
En este manuscrito, verdadero censo, tanto de personas como de propiedades y bienes, se ve reflejada la realidad fiñanera a mediados del siglo XVIII. Por ejemplo, se calculó en esta fecha, y así consta reflejado en el referido manuscrito que Fíñana podría tener unas 9.500 fanegas de tierra, distribuidas así:
REGADIO ................. 2.500 Fanegas (1.100 de buena calidad, se destinaban a la siembra. 100 destinadas a hortalizas de buena calidad. 600 de mediana calidad y 700 de inferior)
SECANO ................... 3.000 fanegas
PASTOS, ENCINA, MATORRAL ...... 4.000 fanegas
Como puede apreciarse, la medida utilizada en la villa y su término era la fanega de puño, dividida en marjales, 4 por fanega.
Aún en esta fecha, mediados de¡ siglo XVIII, la recogida de hoja para la producción de seda era importante; el montante anual ascendía a 20.000 arrobas de hoja. Esto también está en consonancia con el tipo de arbolado dominante de estos momentos: morales e higueras, árboles frutales y algunos olivos. Estos dos últimos eran de corta entidad, por la poca utilidad que daban a sus dueños. Esta villa tenía privilegio de nombrar Regidores y otros oficios de Justicia, tanto para ella como para Abla y Abrucena. Los montes eran comunes. Los pastos y los frutos de bellotas, gozaban de la misma comunidad.
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Un abrazo muy fuerte para un fiñanero humanista y entusiasta de la historia y prehistoria de su pueblo: Elías Nieto Matilla, una gran persona que me enseñó muchas cosas que no se aprenden en las escuelas y del que sigo aprendiendo.
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