Traigo unas fotos de la casilla del capataz de la Estación de Huéneja-Dolar, es una de las pocas edificaciones de RENFE que queda en pie junto con las estaciones de circulación y viajeros cerradas hace años y que las mantienen diríamos en estado decoroso, no es el caso de esta edificación que se encuentra abandonada a su suerte y al espolio, pero bueno eso no es novedoso. Hablemos pues un poco de su pasado y mis recuerdos, habitada hasta finales de los setenta por la familia Payán Martinez, Antonio el capataz de Vías y Obras de esta brigada es el único que yo conocí en el desempeño de este puesto, Antonio, Germán, Ángeles, Manolo, Gloria y Nany junto a sus padres Ángeles y Antonio formaban la numerosa familia del capataz, unos mayores que yo y otro@s de similar edad con los que corretear y jugar, escuela, bicicleta, tirachinas...conformaban la vida diaria en estrecha armonía de vecindad.
Mi abuelo materno Indalecio, también capataz de esta zona sobre 1920-30 habitó también esta casilla junto a su mujer Maria y numerosa prole, cinco hijas y un varón (Luisa, Maria, Rosa, Elvira y Herminia y el mayor de todos Manuel) ; me viene a la memoria una anécdota que me contaba mi madre y que relato:
Andaba afanado a media tarde mi abuelo en su escritorio seguramente rellenando sus partes de trabajo y demás documentos, cuando le llegó una fuerte y varonil voz que decía: "quede con Dios tío Indalecio", así dejando la pluma sobre el tintero se asomó raudo a la puerta y dirigiéndose al de tan familiar saludo contesto: " Que pase mi sobrino que no tengo el gusto de conocerlo". Costumbres de entonces no por todos compartidas...pero la verdad es que saludar había que saludar con cinco hijas ¿no?.
Andaba afanado a media tarde mi abuelo en su escritorio seguramente rellenando sus partes de trabajo y demás documentos, cuando le llegó una fuerte y varonil voz que decía: "quede con Dios tío Indalecio", así dejando la pluma sobre el tintero se asomó raudo a la puerta y dirigiéndose al de tan familiar saludo contesto: " Que pase mi sobrino que no tengo el gusto de conocerlo". Costumbres de entonces no por todos compartidas...pero la verdad es que saludar había que saludar con cinco hijas ¿no?.
JLobo
Comento algo las fotos:
Aquella estufa de carbón encendida todo el invierno en el interior de esta garita, me alivio muchos fríos, gracias Sr. María.
Ventana superior, en altura y en acabado de obra y madera, también disponían estos huecos de contraventas exteriores a ras de fachada.
lacasilladelcapataz/enero/2020
