Los riegos de Huéneja: las horas que no son horas.
Narciso
Gámiz, agricultor veterano, explica el sistema de riego de Huéneja
(24 de mayo de 2006):
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“Aquí
regamos por horas, pero no por horas de reloj, sino por hora de agua, porque
hay que arreglar el agua de que disponemos a los golpes de agua que vienen de
la sierra. Si de la sierra vienen por el río cuatro golpes, se da agua a hora
de reloj; si escasea y sólo vienen dos golpes, la hora es de treinta minutos;
si viniera un solo golpe, se ajusta a 15 minutos. Se arregla a lo que venga la hora cuando
se comienza a regar en primavera: si lloviera
y aumenta el caudal del río, se puede cambiar, o,
por el contrario, se puede empezar a hora de
reloj y conforme merma, terminar a quince minutos.
El agua
llena la balsa del pueblo durante 16 horas y de ahí sale para las acequias
madre las ocho horas de riego. Todos los días tienen que salir 96 horas de agua
que llenan las acequias de Los Villares, Izfalá, El Fondón, Las Longanizas y
Del Polvo. Desde que tenemos el pantano nuevo se acumula más agua y regamos más
seguro. Cada catorce días se termina la tanda: el día quince se empieza por el
mismo sitio en que se comenzó la anterior, y conforme piden el agua los
regantes el acequiero la va metiendo en los brazales. La tanda en su inicio,
cuando los repobladores, era de trece días. Para darle un día más de agua a los
que no la tenían, el sindicato vendió un día, o sea, 96 horas, de cada tanda
durante todo el año. Había quien no tenía agua: podía ser porque se hubiese vendido
anteriormente el bancal y el dueño se hubiera reservado el agua.
Posteriormente, para que los repartidores no tuvieran que andar dando cuenta
del agua que se perdía en el reparto, porque siempre hay agua que se pierde con
tanta longitud de acequias, se les dio un día más, para que tuvieran margen, y
llegó a ser la tanda de quince días; pero eso se quitó hace diez años, y ahora
la tenemos de catorce”.
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Según las
Ordenanzas de la Comunidad de Regantes de Huéneja (1897), la Comunidad tiene
derecho a disfrutar y aprovechar para sus riegos, después de abastecer a la
población, todas las aguas que descienden de la sierra de este término,
procedentes de prados, fuentes y manantiales naturales que afluyen
al río, existentes hoy y que puedan existir, ya por accidentes naturales, ya por
procedimientos artificiales. Fúndase este derecho en la
concesión que se hizo a los primeros pobladores después de
la expulsión de los moros, dividiendo el término en ciento cuatro
lotes que llamaron Suertes de Población, que conservan aún el nombre del primer
poseedor, con cuyo nombre o título se les designa. A cada una de estas suertes
se le concedió el derecho de aprovechar por espacio de tres horas toda el agua
que descendía de la sierra entrando, por consiguiente, ocho suertes en las
veinte y cuatro horas y estableciéndose, por lo tanto, el turno en trece días
(Art. 3). Como quiera que la propiedad del agua no está invariablemente unida a
la tierra, cada partícipe podrá utilizarla en el punto que le convenga, dentro de
la zona regable, sujetándose a los turnos, reglas y formas de las Ordenanzas
(Art. 4). Cada tanda comenzará a las seis de la tarde y se extenderá a igual
hora del día siguiente. Los interesados en cada tanda o día de agua, reunidos en
la Junta o Cabildo, acordarán el orden y forma en que ha de hacerse la
distribución, teniendo en cuenta la cantidad de agua disponible para los golpes
y brazales que puedan hacerse, y los sitios en que cada partícipe se propone
gastar el agua que representa (Art. 30).
Cada suerte
tiene derecho a utilizar durante tres horas naturales toda el agua de que se
dispone en el día de su tanda; como para la distribución cada suerte se divide
en doce partes que se llaman horas de agua, resulta que cada hora de agua será
de quince minutos en el caso de que se utilice o solo pueda hacer un golpe o
brazal. De treinta minutos, si se forman dos golpes o brazales. De cuarenta y
cinco minutos, cuando sean tres los golpes o brazales, y así sucesivamente
(Art. 30).
En los cabildos
o particiones de cada día de tanda deberá convenirse por los
interesados en cada acequia o brazal el orden que ha de observarse en la
distribución, que será siempre el correlativo de paradas, pero se procurará que
alternen los interesados de la cabezada y de la hondonada en cada parada o
brazal, de modo que cuando en una tanda se comienza por la hondonada, en
la
siguiente se empezará por la cabezada (Art. 30).
Este
reparto tiene sus peculiaridades, como aclara Narciso:
“El
acequiero abre las compuertas de las acequias madres y los brazales y se queda
por lo general en la balsa. Por la noche se le pregunta dónde está el agua, si
está en el campo o en la vega, para hacer la partición
entre los que estén interesados en regar.
Cuando se
acaba de regar se va uno a buscarlo y se le dice cuanto tiempo se ha estado
regando. Antes llegó a haber hasta cuatro acequieros. Ahora en los campos no
hay apenas nadie que riegue: cada día regarán tres o cuatro personas. Cuando no
estaba la parcelaria y las fincas eran muy pequeñas te podías encontrar doce o
quince labradores regando.
En la vega
tenemos los árboles, almendros, olivos; ya no se siembra apenas cereal porque
los bancales son pequeños, apenas se pone un roal de huerta o de verde
para la familia. Antes se ponían maíces, remolachas, yeros y mánganos –que eran
como los guisantes–, un pedazo de papas…
El que
tiene probabilidad de poner una balsa, la pone, para tirar el goteo. Pero son
los menos, porque las fincas aquí son muy chicas. El agua se
puede emprestar o se puede vender. Por ejemplo: en una tanda la puedo emprestar
a alguno, y luego a la siguiente la recojo. Esto me puede interesar cuando no tengo
todo sembrado o me hace falta por cualquier razón. Para toda la vida también se puede vender, aunque
es una costumbre sólo de este pueblo, que yo
sepa.”
Interior de la caseta del reloj de la balsa de San Marcos de Huéneja (Wed)
Fuente: Usos del agua y paisaje en el Marquesado del Cenete
José Ramón Guzmán Álvarez (2010)
Enero de 2023 en el grupo del museo publica un archivo PDF de la constitución de la Comunidad de regantes-sindicato de Huéneja de 1879, lo paso a esta entrada en formato JPG para conocimiento y visualización general. Gracias José Manuel, precioso documento...
losriegosdeHuéneja/febrero/2020