20151001

Cuento de otoño

La boda en el cielo.

Andaba una zorra cerca de los cortijos buscando algo que poder comer. Tanta hambre tenía que estaba dispuesta a comerse hasta las piedras. En el filo de una ventana de un cortijo vio a un grajo  comiendo algo de un vaso.

A la zorra se le hizo  la boca agua nada más ver al grajo.  Comenzó a dar vueltas alrededor de él mirándolo de reojo y pensando como comérselo y lo que había dentro del vaso también. Pero el pájaro que era muy listo, ve sus intenciones y programa un plan malvado: le propondrá llevarla a una boda al cielo. Dicho y echo así que la llamó:

- Comadre zorra ¿quiere usted venir a una boda al cielo?

 - ¿ A una boda al cielo?

  - Sí, es que estoy invitado y puedo llevar a alguien.

  - Pero compadre grajo yo no sé volar. ¿ Cómo iré al cielo?

 - No se preocupe que yo la llevo.

  - ¿y cómo?

 - Pues se sube encima de mí y vamos volando.

  - ¿Pero... eso es seguro?

 La zorra no se fía del grajo  pero el hambre es más fuerte que el miedo. Veía la  zorra un gran banquete con deliciosos majares y se le caía la baba.

- Que sí, es seguro, venga vamos que no lleguemos tarde.

Sin pensarlo más nuestra hambrienta zorra se sube encima del grajo y este levanta el vuelo.

Volando van y la zorra le pregunta si tardarán mucho en llegar. El grajo le pide paciencia.

Al poco le pregunta a la zorra como va y si ve la tierra.

- voy bien y la tierra la veo, pequeña pero la veo. ¿Cuándo llegamos?

- Falta poco no se preocupe.

Al rato de esta conversación el grajo le dice a la zorra:

- ¿Ves la tierra?

- No,  no la veo.

- Pues hemos llegado, ¡Prepárese!

 - ¿Cómo que hemos llegado? Si yo no veo ni novios, ni banquete ni la tierra...

 - Pues yo le digo que hemos llegado.

El grajo se revolvió y la zorra se fue al vacío. Se le quitó el hambre y se le olvidó la boda con tanto miedo.  Que velocidad llevaba.  La tierra cada vez más y más cerca. De pronto vio un enorme peñón sobre el que iba a caer sin remedio y se iba a matar y entonces empezó a gritar:

- ¡Si es peñón, me mato!

- ¡Si es borrego, me harto!

Pero al ver que el peñón no se movía pensó: Si de esta me libro y no muero, no quiero más bodas al cielo.

Peñón galgo que confundía a la zorra.



(popular+de mi gente)


No hay comentarios:

Publicar un comentario